Los hablantes del idioma q’eqchi’ pertenecen mayoritariamente a Alta Verapaz, aunque también tienen presencia en Quiché, Izabal, Baja Verapaz, e incluso en Petén.

Algunos de los municipios de Alta Verapaz donde dicha comunidad está asentada son: Chahal, Chisec, Cobán, Fray Bartolomé de Las Casas, Lanquín, Panzós, Chamelco, Carchá, Cahabón, Senahú y Tucurú.

Las mujeres q’eqchi’ que aún conservan su indumentaria, usan un corte plegado, hecho regularmente de una sola pieza de tela de algodón. La combinación colorida más común es azul con blanco, más un tendido en la orilla blanca inferior.

En Chamelco, también utilizan una faja tejida a mano de color amarillo, la cual es llamada k’aamalsa'. En Carchá, la faja es roja, y en la mayoría de los territorios q’eqchi’, las mujeres mayores usan collares hechos de monedas y de cuentas rojas que llaman coral.

Muchas de las familias q’eqchi’ se dedican al auto cultivo de maíz, frijol, güisquiles, plátanos, cítricos y papas. Además, generan cultivos colectivos de café y cardamomo, así como crianza de animales domésticos. También son hábiles con el tejido de huipiles y la alfarería.

Para el pueblo maya q’eqchi’, además, el cacao tiene un significado especial, pues este cultivo servía desde ese entonces para hacer kawak. Una bebida milenaria que se puede preparar cruda o cocida y se utiliza para amenizar fiestas, ceremonias (como la siembra de maíz), bendecir matrimonios y sanación de enfermos.

Para prepararla, se ponen a secar los granos de cacao al sol y luego pueden utilizarse crudos o cocidos. Pero se decide a partir del clima y de la actividad para la cual se preparará dicha bebida ancestral.