Recuerden que es mejor sufrir por hacer el bien —si eso es lo que Dios quiere— ¡que sufrir por hacer el mal! 1 Pedro 3:17 (NTV)

Es cuestión de verlo detenidamente, pero a través del tiempo no hemos sido muy efectivos en vender la idea de la santidad. Cada vez que hablamos de ella, le agregamos un tono aburrido, pesado, de martirio y sacrificio. Apuntamos a todo lo que hemos de renunciar para poder perseguir la santidad. Hablamos del sacrificio que representa decidir caminar por ese camino angosto y la «inconveniencia» que representa, para un mundo que simplemente camina a otro ritmo y en otra dirección.

Como lo dice John Eldridge en su libro Free to Live: The Utter Relief of Holiness, la máxima inconveniencia no es para aquel que escoge hacer lo bueno y persigue la santidad, sino para el que no lo hace. La «inconveniencia» de la santidad no existe en el largo plazo. Puede ser que debamos renunciar a ciertas cosas que nos gustan a cambio de decidirnos por hacer lo bueno, pero nunca se comparará al dolor que nos producirá conscientemente elegir hacer lo malo.

¿De quién es el sacrificio mayor? ¿De aquel que decide hacer lo bueno por amor a Dios para después recibir las bendiciones de una vida de obediencia? ¿O aquel que elige hacer lo malo a cambio de gratificaciones inmediatas, que al mediano y largo plazo le producirán dolor?

Ponte a pensar, ¿cuánto dolor en el mundo simplemente no existiría si en las decisiones que lo originaron se hubiera elegido el camino de la santidad? ¿Cuántos criminales no existirían? ¿Cuántas familias rotas por infidelidad y abuso estarían unidas? ¿Cuántos países serían sólidos y prósperos si sus gobernantes decidieran no ser corruptos?

El camino a la santidad todavía sigue siendo el camino angosto y no podemos pasar a través de el sino tenemos la ayuda de la gracia de Jesús. Sin embargo, la real y eterna inconveniencia no es para el que sacrifica una corta gratificación inmediata para ganar la eternidad, sino del que sacrifica una eternidad por una corta y pasajera gratificación inmediata.
 

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